Desde que duermo los sábados los domingos pintan el día de otro color.
Estoy madurando.
O haciéndome mayor, que no es lo mismo.
Ahora no sé si quiero seguir con ésta locura o conocerte un poco mejor.
O sí lo sé pero no me atrevo a decírtelo.
Tengo miedo, puedo madurar pero el miedo no se marcha.
Ése miedo es lo que le da emoción a volverte a ver algún día.
Y a probar sus besos.
Y a volver a sentir sus manos.
O a encontrarme con su mirada por primera vez.
Tengo tantos frentes abiertos que algún día haremos una explosión todos juntitos.
Dicen que más vale malo conocido que bueno por conocer.
Yo prefiero bueno por conocer que malo conocido. El malo conocido es malo, y además conocido; que eso es infinitamente peor.
Puede que todo se vuelva en mi contra, que un día yo sea la que ame y los cuernos me lluevan merecidos.
De momento me encanta que se los pongáis, nunca dejéis de hacerlo.
A veces solo tengo la necesidad de escupir pensamientos.
A nadie le importan.
Un día prometí no manchar ésta historia con sucias palabras.
Ya lo he hecho.
He manchado cuatro historias a la vez.
Otra vez.
¿Me lees?
¿No?
Mucho mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario