No me engañes con tu falsa moral
siempre fuste mejor amante que amiga
y ahora los silencios nos queman eternos
cuando esquivas mi sucia mirada.
No te mienten mis manos frías
siempre quise acabar con este desafío
y ahora tu recuerdo son caricias
bajo sábanas finas de agosto.
Te escribo esta canción de amor lasciva
para que la leas en silencio y sin prisa
y descubras porque mis palabras
son más sinceras escritas que dichas.
No me engañes con tu mirada de niña
siempre fuiste mejor amante que amiga
y ahora cuando te miro me escuece
allí donde tu saliva era antídoto de vida.
Y mientras la nieve se derrite en los tejados
las ganas se deshacen en mis manos
que siguen mojando las aceras
y igual que hielo que baja de las canaleras.
Te escribo esta canción de amor lasciva
para que entiendas mi mirada perdida
y descubras porque mis silencios
son los precursores de mis gritos.
No me engañes con tu mirada de niña
siempre fuiste mejor amante que amiga
y ahora no se que contarte
para que nunca dejes de calentarme.
Y mientras yo soñaba entre tus piernas
tu jugabas a correrte con miedo
y así creamos un juego mentiroso
donde tu ganas y yo siempre pierdo.
Y ahora estoy tan fría
como aquella nieve que se derrite
y ahora estoy tan perdida
que nunca seguiré la estela de tu risa.
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