Voy a contarte una historia:
la historia de tu mano junto a la mía,
de tus ojos frente a mis ojos,
de tus labios sobre mis labios.
Sé que quieres que te escriba
me lo dicen tus silencios
y tus preguntas perdidas.
Hoy mis desvelos me han llevado a
veintiocho pensamientos
de tu pelo entre el mío,
de tus piernas con las mías,
de tu cuerpo sobre el mío.
Voy a guardar todo el tiempo que
perdimos
buscando en otros lugares,
sintiendo en otros rincones,
mirando en otros balcones.
Escribiré un cuento que te hable
como si todo ese tiempo solo fuera
espera
y por fin el tiempo nos dijera
que todo vale la pena.
Voy a apuntar todas tus sonrisas
esas que ya no olvidaré,
escribiré tu nombre junto al mío
y lo recitaré a ver que tal riman.
Hoy mis ojos se han despertado
con ganas de ti y de tus manos,
de tus besos y tu voz,
y ya no he vuelto a dormir
ni a soñar,
ni a esperar,
ni a hablar del mismo modo
como te hablo a ti.
Hoy he vuelto a pensar en ti
como cada día desde que te descubrí,
y me dijiste fea
y rara
y tonta;
como te pones tu cuando me miras
sin más luz que la luna.
Sé que quieres que te escriba
aunque te de vergüenza,
aunque no lo digas.
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